Amén dijo la moneda

No, esto no es una especie de artículo anti capitalista, no, es mas que eso. Es una exposición sobre una religión nueva que he descubierto. La binomia universal (nombre en producción). Observando el típico comportamiento humano combinado con mi amor por los comics, descubrí en un villano de Batman un concepto elemental en la naturaleza humana. Harvey Dent, alias, Dos Caras, es un tipo obsesionado con la dualidad en la vida que toma todas sus decisiones lanzando una moneda. El otro día en una fiesta me encontré en una situación parecida, viendo a gente tomar decisiones de la misma forma, y si bien personalmente nunca confié mucho en la moneda, admito que la idea me parece fascinante. Confiar en un elemento ajeno para tomar todas tus decisiones, ya no tener que preocuparte por elegir. Las computadoras funcionan con el sistema binario, 0 es no y 1 es sí. Si las computadoras pueden, ¿por qué yo no? La verdad toda esta idea necesitaría un solo sustento, la prueba empírica de que el destino existe. Ahora, esto no es tan difícil como suena. No es necesario un oráculo ni adivinos ni Josie, ni nadie. Partamos de un concepto simple, el cosmos. Una de las teorías mas aceptadas de la cosmología es que el universo está en constante expansión, y la fuerza que lo expande es la que salió del Big Bang hace unos 20 mil millones de años o algo así. Si es así, entonces ¿no es acaso posible que todo movimiento a nivel atómico esté predeterminado por esta primera gran explosión? Por lo tanto, desde el movimiento rotatorio de los planetas, hasta la sinapsis entre nuestras neuronas, nada de eso es realmente nuestra decisión, ergo, no existiría el libre albedrío, ni la teoría de universos múltiples de Hugh Everett, ni la casualidad. Por lo tanto, lo único que habría que aceptar es la decisión de la moneda, pues nuestro destino se encargaría de que la moneda nos diga que es lo que debemos hacer. Simplicidad en su máxima expresión, solo deberíamos acatar ciegamente lo que la moneda dicte y sucedería lo que tenga que suceder y nada más. Renunciar a la decisión quitaría un peso de encima, aliviaría la presión de nuestras complicadas vidas, y le daría un poco de adrenalina si consideramos que es el equivalente a dejarse llevar, como caer libremente sin saber como detenerse, porque solo el destino nos puede detener. Luego la religión se expandirá y todos rezaremos a la moneda, personalmente sugiero la de 2 soles, tiene algo de simbolismo que sea el número dos. Habrán altares y monjes siempre listos a entregar sencillo y cambio a quienes lo necesiten, siempre ahí para ayudar al prójimo. En eso se basará la fé de la moneda y todos serán felices.
Por otro lado, ¿es realmente inteligente hacer cosas a una pieza de valor monetario... sobretodo con la economía que anda como anda? He resuelto por lo tanto que la única forma de decidir si esto vale la pena, es intentarlo, así que un día (siempre que no sea un día que implique mayores decisiones) hagan el intento. Como dice Rubén Blades...decisiones...cada día... . Inténtenlo, solo no maten a Batman. ¿Cara o sello? Ustedes decidan, giordano